Llega el verano y la temperatura aumenta. Por tanto, si tu aire acondicionado portátil funciona mal o de manera ineficiente, tendrás un problema que resolver.
¿Por qué? Porque no solo te sentirás incómodo en un ambiente caliente y húmedo, sino que también tendrás que pagar una factura de electricidad más alta.
Lo cierto es que un aire acondicionado portátil consume más energía cuando no funciona bien, con lo cual compensa su ineficiencia.
A menos que tu unidad portátil haya dejado de funcionar y no sea el resultado de una falla de energía o un problema de conexión eléctrica, no siempre tienes que llamar a un técnico para que la arregle.
Los aires acondicionados portátiles, como todos los aires acondicionados, presentan problemas habituales; sin embargo, hay soluciones simples que puedes aplicar para solventarlos.
A continuación, te presento una guía de solución de problemas de aires acondicionados portátiles. Esta te dará luz sobre los percances más comunes relacionados con estos dispositivos y cómo superarlos en tu casa, sin la ayuda de un experto.
Cuando todo lo demás falla
Como verás a continuación, la mayoría de los problemas de tu aire acondicionado portátil los puedes subsanar de manera rápida y fácil.
Sin embargo, si la vida útil de tu unidad ha llegado a su fin o se te hace demasiado costoso que un profesional la repare, entonces reemplázala por una nueva.
Problemas comunes y soluciones para aires acondicionados portátiles
1. No arranca
¿Has encendido tu unidad portátil, pero no arranca? Esto puede deberse a falta de energía.
Si todos los demás dispositivos o las luces de tu habitación funcionan, comprueba la toma de corriente del aire acondicionado.
Comprueba si la toma tiene corriente, revisa el cable y el disyuntor para ver si están dañados o si funcionan bien, reinicia el circuito o utiliza otro tomacorriente para ver si tu unidad se enciende.
Si no hay ningún problema en ninguno de estos componentes, lo más seguro es que haya algo dañado en tu aire acondicionado portátil, que puede ser tan simple como un fusible quemado.
Consulta el manual de usuario para ver si tu unidad tiene acceso a los fusibles. Si no es así, es mejor que esta tarea la realice un profesional, ya que habrá que abrirla para sustituir el fusible.
2. Ha dejado de funcionar de manera repentina
Un aire acondicionado portátil se puede apagar de pronto si el temporizador está activo. Reinícialo y ve si se detiene de nuevo, sin que el temporizador esté activo.
Hay unidades que se apagan cuando alcanzan la temperatura establecida por el usuario y la habitación queda un poco más fría que la temperatura exterior.
Cuando la temperatura de la habitación sube mucho o es más alta que la temperatura exterior o ambiental, el aire acondicionado vuelve a funcionar.
3. El flujo de aire es limitado
La limitación o la falta de flujo de aire puede ser el resultado de un filtro sucio u obstruido.
Para solucionar este problema de tu aire acondicionado, primero, limpia el filtro para deshacerte de cualquier polvo o suciedad que haya quedado atrapado en su interior. Usa una aspiradora o un cepillo.
Si el filtro es lavable —consulta el manual de usuario para averiguarlo—, enjuágalo con agua y sécalo antes de volver a instalarlo.
La acumulación de restos de hielo también puede limitar el flujo de aire. Comprueba si hay restos de hielo en las bobinas de enfriamiento o evaporación.
Los residuos en la unidad, restos de hielo o cualquier tipo de obstrucción afectará de forma negativa el flujo de aire. Muchos aires acondicionados portátiles vienen con una función de descongelación. Úsala para deshacerte de los restos de hielo.
Un compresor sobrecalentado también puede provocar la falta de flujo de aire. Inspecciona la ventana y la manguera de tu unidad portátil, para ver si hay una ventilación adecuada.
El agotamiento del refrigerante también puede afectar al flujo de aire. Si todas las demás soluciones no solventan este problema, haz que un técnico revise si hay una fuga de refrigerante y si el compresor está congelado.
4. No enfría lo suficiente
Este es otro problema muy común en los aires acondicionados portátiles, y la solución no es tan complicada como parece.
De manera similar al último problema que mencioné, para diagnosticar que tu unidad no enfría lo suficiente, primero, revisa el filtro y ve si está obstruido o sucio. Si lo está, límpialo. Luego, busca cualquier obstrucción en la entrada de aire y retírala.
Asimismo, inspecciona la manguera de escape y ve si hay alguna obstrucción. Una manguera de escape demasiado larga también puede ser un problema. Si es muy larga, entonces no ventilará el aire caliente de manera eficiente. Asegúrate de que esta manguera sea lo más corta posible.
También, revisa que las puertas y ventanas estén bien cerradas y asegúrate de que la velocidad del ventilador sea la más alta.
A veces las ventilaciones o huecos en las puertas y ventanas dejan escapar el aire frío, lo que hace que parezca que el aire acondicionado portátil no está enfriando lo suficiente.
Si chequeas cada aspecto que te mencioné y encuentras todo bien, entonces el problema de enfriamiento de tu unidad tiene que ver con alguna de estas dos cosas:
- Tamaño inadecuado respecto al espacio.
- Temperaturas ambientales muy altas.
La verdad es que las unidades portátiles están diseñados para enfriar áreas pequeñas y medianas, como una sala de estar, un dormitorio, un sótano, un estudio o un salón.
Por esa razón, estos dispositivos se utilizan para complementar el enfriamiento en espacios —dentro de un hogar o una oficina— donde los aires acondicionados centrales no enfrían de manera uniforme.
Los aires acondicionados portátiles son dispositivos pequeños, por lo que su enfriamiento puede ser insuficiente en espacios o habitaciones demasiado grandes, o en áreas en las que haya muchas personas.
Si tu unidad es muy pequeña para una habitación en particular y la temperatura exterior es demasiado alta, tendrás dificultades para enfriar el lugar en el grado que deseas.
Asegúrate de que tu dispositivo sea del tamaño adecuado para el espacio que quieres enfriar. A continuación, te presento digo cómo averiguarlo.
¿Cómo determinar el tamaño ideal de una unidad portátil para un espacio en particular?
El tamaño ideal de tu unidad portátil lo obtienes calculando los metros cuadrados de la habitación donde piensas colocarla. A menos que la altura de tu techo sea inusual, en cuyo caso tendrás que calcular los metros cúbicos o el volumen de la habitación.
Mide el largo y el ancho de la habitación. Luego, multiplica los dos números para obtener los metros cuadrados. Por ejemplo, una habitación de 3.05 m x 12.19 m equivale a 37.17 metros cuadrados.
Ahora, haz coincidir este número con la capacidad necesaria (BTU), utilizando la tabla de abajo. Por ejemplo, una unidad portátil de 9000 o 10000 BTU es ideal para un espacio 37.17 metros cuadrados.
La tabla que te presento a continuación permite determinar el tamaño adecuado de una unidad portátil para un espacio en específico.
| Área de la habitación a enfriar (metros cuadrados) | Capacidad necesaria (BTU) |
| Hasta 32.51 m² | 8000 BTU |
| 32.51 a 37.16 m² | 9000 BTU |
| 37.16 a 41.80 m² | 10000 BTU |
| 41.80 a 51.09 m² | 12000 BTU |
| 51.09 a 65.03 m² | 14000 BTU |
¿Cómo ajustar la temperatura?
Si hace mucho calor afuera, tu aire acondicionado portátil tendrá dificultades para enfriar una habitación con rapidez o también para alcanzar bajas temperaturas. En estos casos, es necesario ajustar la temperatura ambiente.
La temperatura ajustada para una unidad portátil no debe ser mayor de diez grados por debajo de la temperatura exterior.
Asegúrate de que tus habitaciones estén bien aisladas; busca fugas o huecos. Lo cierto es que una pequeña abertura en una puerta o ventana puede hacer que tu unidad portátil aspire aire caliente de otras habitaciones y limite su capacidad de enfriamiento.
Si la habitación que quieres enfriar está expuesta a la luz solar directa, puede que tu aire acondicionado portátil no compense la temperatura. Las mejores opciones son la instalación de persianas o de doble cristal en las ventanas y puertas. De esta manera, evitarás que la habitación se sobrecaliente demasiado.
5. La unidad huele a humedad
El olor a moho es uno de los problemas más fáciles de solucionar. A menudo, este olor indica el crecimiento de moho y hongos.
Lo cierto es que cuando un aire acondicionado retiene agua, las esporas de moho encuentran un caldo de cultivo perfecto. Si te deshaces de ella, el olor desaparecerá.
Inspeccione la bandeja y la línea de drenaje, las bobinas del evaporador y el filtro para ver si hay alguna decoloración. Si descubres esto, usa una máscara y limpia todas las áreas alcanzables con un limpiador especial para moho.
